Artículo aparecido M. García Viñó publicado en Rebelión.org
Sr. D. Jacobo Israel Garzón
Madrid
Muy señor mío: me refiero a su artículo titulado “Israel, una necesidad
histórica”, publicado en el diario El País el 27 de abril pasado. Y el
caso es que no sé si llamarlo artículo o cuento de hadas.
Le escribo porque me ha resultado curioso comprobar que usted dice
exactamente lo contrario de lo que yo diría sobre el tema. Más aún, como
no puedo desconfiar de mí mismo, me atrevo a afirmar que no hay una sola
verdad en su texto. Con lo cual no quiero decir que usted mienta -¡por
nada del mundo se me ocurriría ni pensarlo!-, sino que tal vez, por
falta de información, ignore algunas cosas.
- Por lo que dice en la primera línea de su artículo, acerca de que el
pueblo judío fue dispersado de su tierra hace dos mil años, tengo que
pensar que usted no está al tanto de dos cosas importantes:
1.- Que historiadores JUDÍOS, especialmente Shlomo Sand, profesor de
Historia Contemporánea en la Universidad de Tel Aviv, han demostrado que
no existe ni ha existido nunca ningún grupo humano al que se pueda
llamar con propiedad “pueblo judío” o “pueblo de Israel”. El judaísmo no
es más que una religión. Hay judíos de diferente etnia, con distinto
ADN, distintas culturas según los lugares de residencia y sólo unidos
por una fe, etc. (V. Cómo y cuando fue inventado el pueblo judío,
Edición francesa en Ed. Fayard).
2.- Que el mencionado historiador, y otros como Norman Finkelstein
(también JUDÍO) y otros han demostrado que no hubo diáspora tras la
catástrofe del año 70. Los judíos permanecieron allí; más adelante, se
convirtieron al Islam y sufrieron varias colonizaciones: romanos,
bizantinos, turcos, ingleses… Son los ascendientes de los
actuales palestinos, dueños legítimos de aquella tierra.
En todo caso, ¿usted concibe que, por ejemplo, a Bin Laden se le
iluminara un día la cabeza y los árabes se presentaran ahora en lo que
fue Al-Andalus (Andalucía, Murcia, Valencia, Aragón, etc.), mataran o
expulsaran a los españoles y reclamaran esos territorios como SU patria.
Los tomaríamos por locos o por ladrones y asesinos ¿no?
- ¿Es posible que también desconozca usted el libro del profesor JUDÍO
Ilan Pappé, de la Universidad de Haifa, La limpieza étnica de Palestina
(en español, Editorial Crítica), donde hace historia documentada de
todas las atrocidades que los israelíes han cometido con los palestinos:
violación de los derechos humanos, crímenes contra la
humanidad, expolio, robos, asesinatos, masacres… Un auténtico genocidio,
que incluye violaciones de mujeres delante de sus maridos, asesinatos de
niños delante de sus padres y de padres delante de su hijos, asaltos y
fusilamientos nocturnos de pequeñas aldeas… Actos incalificables que la
ONU ha condenado 80 veces, con resoluciones que ha desatendido
Israel (¡todas ellas!) con ayuda del veto norteamericano. Si quiere, le
puedo enviar un listado. Podrá ver cuántas veces ha sido condenado el
estado sionista por violación de los derechos humanos, crímenes de
guerra y crímenes contra la humanidad.
- Me cuesta trabajo creer, pues habló de ello toda la prensa mundial,
que ignore que el ejército israelí, utilizando armas prohibidas, como el
fósforo blanco y el uranio empobrecido, asesinó en diciembre-enero de
2008-2009 a 1.700 palestinos, de ellos casi 500 niños y más de 600
mujeres. Esta salvaje e inhumana masacre, ha sido objeto de un informe
exhaustivo por el juez sudafricano Goldstone, basándose en el cual el
más alto organismo internacional ha condenado una vez más a Israel por
crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
- Más explicable es que ignore, puesto que vive en Madrid, que,
DIARIAMENTE, el ejército israelí patrulla ciudades y aldeas palestinas y
saquea casas con el pretexto de buscar terroristas. No es extraño que
cometa algún asesinato, si hace al caso. Porque, como usted muy bien
dice, son los principios éticos los que rigen las acciones de Israel.
- Es posible que usted ignore también que hay dos millones de palestinos
en campos de refugiados en los países vecinos, a los que expulsaron
después de robarles sus tierras y sus bienes, y cuya repatriación viene
impidiendo Israel desde hace más de sesenta años, pese a las peticiones
de la ONU y de las potencias occidentales, cobardemente blandas, por
otra parte.
- Se atreve usted a decir, no sin candor, que lo que más desean ustedes
es la paz con los palestinos. Será la paz de los cementerios ¿no? Y
será, si es posible, después de torpedear todos los intentos de arreglo
con la complicidad cobarde de las potencias. Y añade que, como el baile
de pareja, la paz es cosa de dos, dando a entender que son
los palestinos quienes no la desean. ¿Será que es usted un cínico? ¿O
que ignora igualmente cuanto han dicho todos los líderes sionistas,
desde David Ben Gurion y Golda Meir a Ariel Sharon y Benjamin Netanyahu,
pasando por Menahem Beguin, Moshe Dayan, Edhud Olmer e Isaac Shamir,
declarando paladinamente que Israel jamás consentirá la fundación de un
estado palestino? A usted, sólo le ha faltado reconocer esto, pero
añadiendo como justificación que la razón última de sus actos es que se
trata de un regalo de Yahvé.
La exministra del gobierno israelí, Shulamit Aloni, el día de su 82
cumpleaños, dijo: “No estoy satisfecha con el Estado de Israel y me
resulta muy difícil dirigirle elogios. Sin duda atravesamos una gran
crisis de valores morales y sociales. […] Desde la segunda Intifada,
hemos matado a miles de palestinos y nos hemos manchado las manos de
sangre. Somos malos, sí, y lo que hacemos en Cisjordania es el summum de
la maldad. Supera lo que otros pueblos han hecho con los judíos.”
Tal vez sea esta la manera que tiene el Estado de Israel de expresar ese
deseo de paz de que usted habla.
- Lo que es inconcebible para un cerebro humano normal es que quienes
sufrieron un holocausto criminal, perpetraran otro igual de criminal
sólo tres años más tarde. Se trata, sin duda, de la acción más infame
que unos hombres han desencadenado contra otros hombres en toda la
historia.
Le recuerdo lo que dijo el gran historiador Arnold Toynbee: “El trato
que los árabes recibieron de los judíos en 1948 es tan indefendible
moralmente como la carnicería perpetrada por los nazis contra seis
millones de judíos… Lo más trágico que puede haber en la vida humana es
que un pueblo que ha sufrido imponga a su vez sufrimiento a otro”.
En fin, que lleva razón Salvador Pániker, a quien usted quería rebatir
con su artículo: el estado de Israel no debió haberse fundado nunca. Es
un engendro artificial que, desde que nació, no ha traído más que
desgracias y muerte al mundo.
Y no me apunte como antisemita. No lo soy. Soy furiosamente anti
sionista.
M. García Viñó
Sr. D. Jacobo Israel Garzón
Madrid
Muy señor mío: me refiero a su artículo titulado “Israel, una necesidad
histórica”, publicado en el diario El País el 27 de abril pasado. Y el
caso es que no sé si llamarlo artículo o cuento de hadas.
Le escribo porque me ha resultado curioso comprobar que usted dice
exactamente lo contrario de lo que yo diría sobre el tema. Más aún, como
no puedo desconfiar de mí mismo, me atrevo a afirmar que no hay una sola
verdad en su texto. Con lo cual no quiero decir que usted mienta -¡por
nada del mundo se me ocurriría ni pensarlo!-, sino que tal vez, por
falta de información, ignore algunas cosas.
- Por lo que dice en la primera línea de su artículo, acerca de que el
pueblo judío fue dispersado de su tierra hace dos mil años, tengo que
pensar que usted no está al tanto de dos cosas importantes:
1.- Que historiadores JUDÍOS, especialmente Shlomo Sand, profesor de
Historia Contemporánea en la Universidad de Tel Aviv, han demostrado que
no existe ni ha existido nunca ningún grupo humano al que se pueda
llamar con propiedad “pueblo judío” o “pueblo de Israel”. El judaísmo no
es más que una religión. Hay judíos de diferente etnia, con distinto
ADN, distintas culturas según los lugares de residencia y sólo unidos
por una fe, etc. (V. Cómo y cuando fue inventado el pueblo judío,
Edición francesa en Ed. Fayard).
2.- Que el mencionado historiador, y otros como Norman Finkelstein
(también JUDÍO) y otros han demostrado que no hubo diáspora tras la
catástrofe del año 70. Los judíos permanecieron allí; más adelante, se
convirtieron al Islam y sufrieron varias colonizaciones: romanos,
bizantinos, turcos, ingleses… Son los ascendientes de los
actuales palestinos, dueños legítimos de aquella tierra.
En todo caso, ¿usted concibe que, por ejemplo, a Bin Laden se le
iluminara un día la cabeza y los árabes se presentaran ahora en lo que
fue Al-Andalus (Andalucía, Murcia, Valencia, Aragón, etc.), mataran o
expulsaran a los españoles y reclamaran esos territorios como SU patria.
Los tomaríamos por locos o por ladrones y asesinos ¿no?
- ¿Es posible que también desconozca usted el libro del profesor JUDÍO
Ilan Pappé, de la Universidad de Haifa, La limpieza étnica de Palestina
(en español, Editorial Crítica), donde hace historia documentada de
todas las atrocidades que los israelíes han cometido con los palestinos:
violación de los derechos humanos, crímenes contra la
humanidad, expolio, robos, asesinatos, masacres… Un auténtico genocidio,
que incluye violaciones de mujeres delante de sus maridos, asesinatos de
niños delante de sus padres y de padres delante de su hijos, asaltos y
fusilamientos nocturnos de pequeñas aldeas… Actos incalificables que la
ONU ha condenado 80 veces, con resoluciones que ha desatendido
Israel (¡todas ellas!) con ayuda del veto norteamericano. Si quiere, le
puedo enviar un listado. Podrá ver cuántas veces ha sido condenado el
estado sionista por violación de los derechos humanos, crímenes de
guerra y crímenes contra la humanidad.
- Me cuesta trabajo creer, pues habló de ello toda la prensa mundial,
que ignore que el ejército israelí, utilizando armas prohibidas, como el
fósforo blanco y el uranio empobrecido, asesinó en diciembre-enero de
2008-2009 a 1.700 palestinos, de ellos casi 500 niños y más de 600
mujeres. Esta salvaje e inhumana masacre, ha sido objeto de un informe
exhaustivo por el juez sudafricano Goldstone, basándose en el cual el
más alto organismo internacional ha condenado una vez más a Israel por
crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
- Más explicable es que ignore, puesto que vive en Madrid, que,
DIARIAMENTE, el ejército israelí patrulla ciudades y aldeas palestinas y
saquea casas con el pretexto de buscar terroristas. No es extraño que
cometa algún asesinato, si hace al caso. Porque, como usted muy bien
dice, son los principios éticos los que rigen las acciones de Israel.
- Es posible que usted ignore también que hay dos millones de palestinos
en campos de refugiados en los países vecinos, a los que expulsaron
después de robarles sus tierras y sus bienes, y cuya repatriación viene
impidiendo Israel desde hace más de sesenta años, pese a las peticiones
de la ONU y de las potencias occidentales, cobardemente blandas, por
otra parte.
- Se atreve usted a decir, no sin candor, que lo que más desean ustedes
es la paz con los palestinos. Será la paz de los cementerios ¿no? Y
será, si es posible, después de torpedear todos los intentos de arreglo
con la complicidad cobarde de las potencias. Y añade que, como el baile
de pareja, la paz es cosa de dos, dando a entender que son
los palestinos quienes no la desean. ¿Será que es usted un cínico? ¿O
que ignora igualmente cuanto han dicho todos los líderes sionistas,
desde David Ben Gurion y Golda Meir a Ariel Sharon y Benjamin Netanyahu,
pasando por Menahem Beguin, Moshe Dayan, Edhud Olmer e Isaac Shamir,
declarando paladinamente que Israel jamás consentirá la fundación de un
estado palestino? A usted, sólo le ha faltado reconocer esto, pero
añadiendo como justificación que la razón última de sus actos es que se
trata de un regalo de Yahvé.
La exministra del gobierno israelí, Shulamit Aloni, el día de su 82
cumpleaños, dijo: “No estoy satisfecha con el Estado de Israel y me
resulta muy difícil dirigirle elogios. Sin duda atravesamos una gran
crisis de valores morales y sociales. […] Desde la segunda Intifada,
hemos matado a miles de palestinos y nos hemos manchado las manos de
sangre. Somos malos, sí, y lo que hacemos en Cisjordania es el summum de
la maldad. Supera lo que otros pueblos han hecho con los judíos.”
Tal vez sea esta la manera que tiene el Estado de Israel de expresar ese
deseo de paz de que usted habla.
- Lo que es inconcebible para un cerebro humano normal es que quienes
sufrieron un holocausto criminal, perpetraran otro igual de criminal
sólo tres años más tarde. Se trata, sin duda, de la acción más infame
que unos hombres han desencadenado contra otros hombres en toda la
historia.
Le recuerdo lo que dijo el gran historiador Arnold Toynbee: “El trato
que los árabes recibieron de los judíos en 1948 es tan indefendible
moralmente como la carnicería perpetrada por los nazis contra seis
millones de judíos… Lo más trágico que puede haber en la vida humana es
que un pueblo que ha sufrido imponga a su vez sufrimiento a otro”.
En fin, que lleva razón Salvador Pániker, a quien usted quería rebatir
con su artículo: el estado de Israel no debió haberse fundado nunca. Es
un engendro artificial que, desde que nació, no ha traído más que
desgracias y muerte al mundo.
Y no me apunte como antisemita. No lo soy. Soy furiosamente anti
sionista.
M. García Viñó